Que sus cocciones son las más suaves, que es sencilla de manejar; que permite hacer múltiples actividades al usarla; que es versátil porque en ella podemos cocinar pollo, res, costillas de cerdo; que la ventaja de cocinar en ella es su facilidad de uso, etc. Si no adivinaste, te explicamos que estamos hablando de la caja china.
Quizás por las pistas que te
dimos sí hayas sabido que se trataba de ella, pero lo que de seguro no sepas
hasta hoy es que ¡LA CAJA CHINA NO ES CHINA! Es muy curioso que su verdadero
origen no se encuentre nada cerca de este país sino que se remonte desde hace
menos de 30 años en las bahías de una isla alegre y calurosa. Hablamos de Cuba.
Dedicamos unas cuantas líneas
para explicar el origen de este plato y quitar de la mente de las personas
aquel mito de que la caja china es de China. Lo extraño de todo esto es por qué
si nació en Cuba se le llame “china”, ¿verdad? Al comenzar a leer sobre la caja
china me hice esa pregunta también, y
encontré dos posibles historias sobre su origen. Una de ellas me asombró pues
no imaginé que un instrumento de cocina
pueda resultar de una idea realmente
macabra.
La caja china es netamente cubana
Con esto nos referimos a que su
creador fue un cubano y la fabricó en las mismas tierras de Fidel Castro. Se
dice que un cubano, tomando como referencia la antigua forma de cocción de sus
antepasados, una caja subterránea hecha de ladrillos, la fabricó, solo que esta
vez hizo que la caja sea de aluminio forrada de madera, le colocó unos parantes
y la hizo movible. Su invento se expandió por América, llegó a Miami, donde se
expandió con mucha fuerza y se volvió un método de cocina cotidiano.
Inspiración tortuosa: su origen en Luisiana
Otros dicen que su origen se dio
en Luisiana, y ello se evidenciaría en que muchos –como lo mencionamos en la
sección anterior- usan un aparato parecido para cocer sus carnes. Sin embargo
esta creación resulta también Cubana porque da la casualidad que un cubano que
migró hacia allá trajo la idea, la fabricó y los demás adoptaron su manera de
cocinar.
Se cuenta que este cubano, se
inspiró en las antiguas torturas chinas, en las que empleaban una caja parecida
para someter a sus prisioneros de guerra a grandes dolores y quemaduras hasta
provocarles la muerte. Otras personas, a ver este artefacto se preguntaban ¿qué
haría con él?, el cubano respondía entre risas, que “esto estaba en chino”, y
desde ahí su denominación.
La posibilidad del origen chino
se ha descartó por completo debido a que en la actualidad no hay una influencia
notoria de la gastronomía china en el panorama culinario cubano. A mediados de
los 50’s llegaron cerca de 150’000 empleados chinos al país caribeños, sin
familia, por lo que un esperado intercambio cultural a través de la comida
nunca se dio. Ellos se fueron y con ellos su costumbre y comidas.
Ahora queda más claro por qué los
platos como las costillas a la caja china,
a pesar de llevar ese gentilicio en el nombre no provienen de ese país.
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